La guitarra de Paula. Segunda parte.




Cuando terminó de tocar la ultima pieza y hubo recogido sus cosas se sentó a mi lado. Mi carrito marcaba claramente que yo sería el siguiente en tocar. Entre otras cosas me contó su historia de amor y en mi cabeza imaginaba ardiendo todas las fronteras, por lo visto aquel concierto al que no fui el día anterior estaba dedicado a ella. Me dijo que le faltaban cuarenta euros para conseguir su objetivo y que por eso estaba tocando, ni siquiera lo pensé y le dí todo lo que tenía en los bolsillos. Juntos, sentados sobre el banquillo de piedra repasamos mi trozo de papel y cuando llego mi turno ya lo tenía prácticamente resuelto. Cuando terminé de tocar ella estaba practicando a dúo con un amigo una preciosa milonga, y el viento pasaba entre los arboles y entre nuestros pies, entre las cuerdas y aquellos cabellos rubios de aquel chico Escoces, y pasaba por delante de aquellos ojos tan profundos, tan antiguos, un acorde tras otro,  una nota hacía los gatos allá abajo en el rió, otra nota subía a los chopos y caía frente al hotel abandonado en la otra orilla. Sentí que estaba en el buen camino...



En este link podéis escuchar la canción que tocaban, ahora imaginaros el viento y el paseo de los tristes...



https://www.youtube.com/watch?v=wph4kQPZe4M




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