Profesionales de la libertad



Vienen a decirte... palabras repetidas de un panfleto. A plasmarte su luz, su gloria nueva, tan carcomida que agoniza tras la puerta en realidad. Vienen a venderte su verdad y no llevan sotana, y parecen modernos, y parecen un aire de libertad fingida, con una rebeldía enajenada de engranajes y tuercas... Vienen a decirte lo que debes ser, sin conocerte, sin haberte vivido, sin conocernos vienen a vendernos su aparato de latón y su reloj de cuco. Amor... ¿que mas tengo yo que mis palabras?. Vienen con su empacho de información, sus consignas increíbles, su credo y su dogma, sin crucifijo ni regla, sin altar ni iglesia. Vienen con su verdad y su rabia, con su odio. El mismo de siempre, el de todos los siglos, el del dedo indice en la calle, en las esquinas. El dedo indice de la  boina y el del tricornio, el de el tridente y la fusta. El dedo indice antiguo, el cobarde indice a caballo.
Vienen a decirte que pienses como ellos, que solo su verdad es la verdad y que has lanzado tus alas al retrete. ¿y que puedo hacer yo que solo tengo la palabra?.
todo esto sin motivo, sin hablar contigo vienen a decirte, sin conocerte apenas.  

Me gustan los viejos artículos, las viejas revistas, los viejos periódicos incluso de otro siglo, donde todo esto ya sucedió ayer, donde todos esos gritos se gritaron también. Yo no quiero que seas mía, no quiero retenerte ni robarte tu tiempo, ni casarme tampoco ¿o quizás sí? quien sabe... Solo te amo, te amo con un arte ancestral y sin embargo ahora resulta que esta prohibido amar, amar a otra persona, amar a dos sencillamente, vivir juntos, cocinar juntos, viajar juntos, mirarnos a los ojos y prometernos sin decir nada que mañana seguiremos de la mano.
Vienen a decirte, que todo tiene un código, una ley, que hay unos mandamientos y hay un juez, que hay otra inquisición, que hay otra vez, los buenos, los brillantes, los blancos impolutos, los que tienen la estrella de la eterna bondad y los malos como yo que no pedimos permiso para amar.
Vienen a decirte y yo respondo: 
me queda la palabra, me queda la larguísima palabra como enlazando lenguas de mariposa, me queda quien me entiende y a mi lado aunque vengan con su látigo cierto, con su espada encendida, con la mezquindad que da creerse que uno esta del lado del buen dios, se que me quedas tú.






Comentarios

  1. Me veo reflejado en el lado del poeta y tambien del falso profeta...
    Pobre aquel que vive en juicio y en la imposicion de ideales...
    Plasticidad, frescura y atenta escucha.

    Lo malo se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida.
    S.R.

    Gracias Carlos

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