Así te quieren

Te quieren peón. Te quieren loro, te quieren gomaespuma y trapo. Muñeca de ventrílocuo. Les interesas zombi rellenito de ron, que baja la avenida con las manos muertas, con los brazos leche, abrazado a una farola. Te quieren repitiendo la consigna y como mucho que leas el prospecto del champú.
Les interesas trozo de cartón, botella rota, desarmada de ideas y de dudas. De dudas sobretodo.
Te quieren pegadizo a la pantalla, devoto del diario de sucesos, cenando un embutido de doctrina a la hora acordada en un despacho.
Les encantas despacito, les encantabas pastillita roja cantando "lololo" en el autobus, pelotita clonazepam y circo, felices tiempos de puros, aeropuertos y regatas.
Te quieren con los hombros hacia el suelo y la frente también. Quisieran que tu espalda formase tal curva hacia delante que terminases andando a cuatro patas. En el fondo quisieran que solo te pusieses de pie de vez en cuando, para apretar las tuercas, en estos tiempos modernos. Harían sin dudar la puerta mas pequeña para que así tuvieses que mirar al suelo antes de salir.
Te quieren muñequita en su ideal de escaparate, buscando de puntillas a papa que fue una bestia. Buscando repetir la antigua humillación, la odiada casa familiar. Enmascarada, grapa en la tristeza, masilla en la luna rota, colorete bajo el ojo morado tras las gafas del sol que no te dejan ver el camino prohibido a tus abuelas.

Así te quieren.