Los conciertos

Un concierto es un viaje. Siendo como soy de hacer las cosas lentas, de amasar el pan sus cinco veces, de acariciar las horas y no mentir sabores. Un concierto es un viaje a otro planeta, así es, cuando nadie te conoce y sin embargo vas con tu guitarra, esperando que al menos se acerquen tus amigos. Luego cuando de pronto se abarrota te preguntas como ha sido posible ¿De dónde habrá salido tanta gente? Porque uno vive en un mundo de letras y de notas, de silencios y tazas de café que se amontonan junto a las partituras. También cuando no hay nadie te preguntas ¿Como es esto posible? Y piensas que estás solo y que deberías ser más social, luego se te pasa sumido de nuevo en una adaptación, en una letra, en una fuga. A veces miras hacia atrás a cuando te dolía la mano intentando una cejilla, o no entendías como era posible encajar un verso en una frase musical y al mismo tiempo mantener tu cordura en su lugar.
Los conciertos son un viaje a una tierra de nadie, y sin embargo es emocionante, el estudio, la espera, la decepción o el triunfo, cuando uno sale ahí a ver si hay alguien, interesado todavía en este antiguo oficio de contador de historias.