Instante

Una calle de O porto Los adoquines bajan hacia Ribeira. Dos fados desencontrados... No te encuentro, no te entiendo.
Sentado contigo
mirando los barcos que van pasando, veo, como de pronto, bailas con el viento porque has escuchado una música lejana, que viene derramándose desde Os clérigos. 

Baila como si tuviera alas —pienso.


—mi amor... ¿Si huimos? 
—nadie se dara cuenta de nada.












Comentarios

Entradas populares