Sobre mi ultimo disco, Nieve de julio




A lo largo de muchos viajes he ido componiendo canciones, apuntandolas en libretas, en la mano, en la grabadora del movil, en la arena, en mi cabeza repitiendolas una y otra vez hasta encontrar algo con las que poder guardarlas... 

Por poner un ejemplo voy a hablaros de la primera canción de este disco, que emergió (porque ese es el verbo mas ajustado a lo que sucedió) una tarde en la que por casualidad estaba en mi ciudad, Valencia.

Estaba tarareando sobre unos acordes tratando de llegar a una bossa nova que no quería nunca cerrarse del todo y dejaba siempre en tensión la armonía, de pronto me vino a la cabeza un niño jugando por las calles de Granada, jugando con un perro, ladrandole con el a la luna... quien sabe...

Así de pronto se me ocurrió que aquel niño podría ¿porque no? llamarse Federico y querer algún día llegar a ser poeta, así de duro como suena, poeta incluso en estos tiempos...

Federico es un niño que nace una y otra vez, cada vez que alguien siente curiosidad por la poesía o el teatro, por el pensamiento, cuando alguien duda de pronto nace un nuevo Federico.


El disco esta grabado en Producciones Asissi por Jaime Balleste al cual recomiendo encarecidamente como técnico de sonido. Está grabado como si se tratase de un directo, cada canción fue grabada al primer intento, sin retoques ni modificaciones, cada error a mi juicio lo equilibra la frescura.


Como cantante y como creador he descubierto algo terrible durante el proceso final de este disco. En el momento en que decidí saltarme cualquier protocolo y dedicarme yo mismo al diseño gráfico y al empaquetado de los discos vi con claridad que es lo que le sucede al arte en estos momentos. 

Parece que por el hecho de ser cantautor o de ser músico, o por el hecho de dedicarte al arte, sea pintura, escultura, danza... debas de llegar al "máximo numero" de personas posible, ser el numero uno, el mas original, el unico e inigualable. Debes "conquistar" tu pais para luego lanzarte a la conquista mundial y la fama absoluta dadora de una implacable imposibilidad de caminar tranquilo por la calle. Digamos que en la lucha por ser el numero uno o en la lucha por la fama o por el dinero probablemente el estres y la preocupación que esto te genere haya conseguido que el arte, la poesía, la expresión, la busqueda, que son fines en si mismos y que otorgan algo tan importante como la realización hayan quedado tristemente olvidados, emparedados en algun lugar del camino.

Por eso me he bajado del tren, voy caminando, no tengo ningún interés en lo que no sea autentico, en lo que no tenga alma. Como un agricultor voy poco a poco plantando y siguiendo el ritmo natural de las cosas. Ahora mismo voy por el disco numero 77 y para mi es una maravilla que 77 personas estén disfrutando de mi música, de saber que mi disco se mueve quien sabe por que curiosas manos, por que curiosas casa, a saber donde retumba mi voz. Normalmente hago con mis manitas cinco discos y una vez que han encontrado propietario hago cinco mas. A mis conciertos viene quien tiene que venir, siempre es gente suficiente y siempre nos reímos y lloramos juntos con el sabor de las cosas autenticas.

Este mensaje es para ti, pintor o pintora, escritor o escritora, lunática o lunático, poeta o poetisa, escultores y a cualquier tipo de persona que se sienta estresada por la necesidad de alcanzar una cumbre imposible. Relájate, crea sin prisa, vive tu obra, no esperes que nadie entienda nada, déjate de galerías y de exposiciones, el arte es nuestro, una propiedad mas allá del comercio. Es un camino,  un placer, una angustia también pero nuestra angustia, nuestra posibilidad de sufrir expresando o de reír infinitamente mirando al techo con un pincel en la mano, o de rodar por el suelo sin ningún motivo, nuestra posibilidad de equivocarnos y de seguir aprendiendo. Imagínate por un momento que Julio Cortazar escribiese Rayuela esperando la aceptación social...


 El arte es tu tiempo y no tiene precio.




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