El rencor de los camellos

Los camellos son rencorosos. No se donde lo leí, pero lo entendí como algo natural, lo mismo que la agresividad de las avestruces o aquello de que los hipopotamos son en realidad el animal mas peligroso que existe.

Últimamente pienso en si ese rencor tiene algo que ver con el desierto. Con la posibilidad de que allí todo se magnifique y a la vez mengüe. Un lugar donde los humanos son casi insignificantes y los camellos lo saben. Sí, saben que los humanos dependen totalmente de ellos y probablemente intuyan cuando su trabajo no esta siendo muy equitativo.

Ella tiene algo de camella, algo del desierto, igual que yo. Secretamente creo que nos une el mismo rencor cuando algo no es equitativo. Sin embargo nos callamos y emprendemos el viaje atravesando las dunas en silencio. Esperando la noche oportuna, para morder la traquea que ha osado romper el equilibrio establecido mediante siglos de tormentas de arena. 

Al amanecer la caravana partirá de nuevo, como partió siempre, dejando al muerto a merced de las arenas. Como un recordatorio del rencor de los camellos para otras caravanas. Del respeto debido al equilibrio, una metafora de huesos que todos los Tuareg entienden, un hito que abarca al mundo mas alla del mar.