La galletita




 Tritura el maiz, porque la nena no quiere usar los dientes. Rompe la palabra, licua el verso, aclara la metáfora, solo queda una neurona al otro lado y si te sientes traicionado besa la moneda que no tienes. No.

Yo me hice poeta por amor y rebeldía y de ese vino de soledades bebo, aunque no este de moda en estos dias.

Me piden que abandone el laberinto, que entregue las llaves, que explique el jeroglífico o me marche, porque es obsceno el tunel, el agua, el sol interno.

Me dicen que ya debería estar dando vueltas en el coche, entrecejo fruncido seis de la mañana llueva o truene las canitas van llegando dices nada y te conviertas en tu padre y nos confirmes que todo esta normal correcto y circulen, no era una poeta, otro simulacro, carrito de bebe por la avenida ya no escribes. No.

Recuerdo al borracho que gritaba en el parque y fue paracaidista, que sacudía la mañana normal de la gran vía y cuyo mero saludo espantaba a las señoras con perrito. Lo recuerdo mientras compro el pan. Sin embargo no me acuerdo de tu edad, ni de la mía.

Haz puré con la patata, dibuja elefantes bien reconocibles, añade una notita al pie explicando lo que quisiste decir, no des pie a la confusión, asi funciona, es el mercado amigo, el precio del aplauso muy masivo. luego vendra llorar por tu alma sobre un libro de autoayuda.


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