Memoria ancestral
Pasa el tiempo y finalmente cedes, te olvidas, asumes las obligaciones, lo inexplicable esta descartado, no tiene hueco, igual que las lagrimas o el impulso de gritar al llegar a la cima, de hecho ya hace mucho que no subes a la cima, la montaña tambien esta muy lejos y tu vives en un segundo con ascensor, te levantas y el periódico te cuenta las mismas vainas.
no sabes porque ni de donde viene esa tristeza de pronto, por qué esa inseguridad, por qué tu nombre no encaja con tu pelo, por qué tu voz no encaja en la velocidad del mundo y ese "por qué" también quedo descartado, pasado extraño que te hace sentir incomodo .
Un día te despiertas sin saber quien eres, vacio y misteriosamente en paz, lo has vuelto a ver, al Faican con esos surcos rojos bajo las mejillas mostrándote una cumbre que crees que no conoces, animándote a andar de nuevo, ahí comienza tu viaje, ahí dejas el miedo, ahí recuerdas que nada es tan valioso como la libertad, ahí queda en el suelo todo el disfraz oscuro y la soga que apretaba tu cuello y no sabes todavía hacia donde iras, y sin embargo a cada paso vas descubriendo en cada piedra una huella oculta como si la propia piedra hablase, nada aparentemente tiene sentido y sin embargo todo esta lleno de el, de una forma que va mas allá de las palabras.
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